Cuando la cola mueve al perro

Publicado en El Milenio (México) en abril 2005.

Cuando la cola mueve al perro

Yakov M. Rabkin*

Invitado por la prestigiosa fundación Van Leer a dar una conferencia en Israel en diciembre de 2003, me tocó observar al primer ministro Ariel Sharon presentar su plan de evacuación de Gaza en la televisión en casa de amigos yerusalemitas. Su discurso fue seguido de comentarios provenientes de todos los sectores del espectro político israelí. Por una vez, los adversarios políticos estaban de acuerdo. Los parlamentarios de izquierda, opuestos a la ocupación de los territorios palestinos, no vieron en el discurso de Sharon más que palabras, incluso palabras vacías. Los de derecha, a su vez, para quienes la ocupación significa la liberación de las tierras bíblicas y se oponen categóricamente a cualquier retiro de las fuerzas israelíes, vieron en lo dicho sólo promesas que el mismo Sharon, conocido maestro del subterfugio, no dudaría en sabotear. Quince meses más tarde, es de constatar que ningún soldado israelí ha abandonado Gaza todavía. El gobierno de Israel acaba de anunciar otro atraso del plan de evacuacion.

El drama que se abre ante nosotros en la televisión muestra hasta qué punto el retiro ha provocado controversias en el seno de la sociedad israelí. La coalición gubernamental está continuamente amenazada, mientras los colonos – una menoria en terminos cuantitativos – mantienen una huelga de hambre ante el parlamento nacional y exigen, en vano, la realización de un referéndum sobre el retiro de Gaza. Las pasiones están en su clímax. No obstante, Gaza no forma parte de los territorios que la Torá asocia con los hijos de Israel y que constituyen hoy Cisjordania.

Quienes son los colones que muchos diabolizan tanto? La mayoria de los 400 000 colones no mudaron por ideologia sino gracias a las subvenciones que proporciona el gobierno de Israel. La reciente encuesta Sasson identifica una variedad de instituciones gubernamentales y para-gubernamentales que desde anos, y en gran parte discretamente, canaliza los fondos publicos a la empresa de colonizacion de los territorios. Entre los colones hay muchos inmigrantes y gente de clase media baja. Pero los iniciadores de la colonisacion provienen de los circulos nacionalista-religiosos que transformaron el judaismo pacifico de la diaspora en el movimiento sionista el mas activo el dia de hoy. Son ellos que militan en los grupos los mas intransigentes de la derecha israeli.

En Gaza no se trata más que de 8 mil colonos sionistas pero la promesa de Sharon de evacuarlos hacia Israel ha provocado una ola de protestas, que pueden tener objetivos variados. El más evidente es el de impedir el retiro israelí de Gaza, pero parece que hay otros objetivos aún más importantes.

La mano de los evangélicos

El primero es el de movilizar el apoyo que a los colonos sionistas ofrecen los cristianos evangélicos de Estados Unidos y otros paises para quienes Israel es el signo precursor del Segundo advenimiento de Cristo. Para el predicador evangelista Jerry Falwell, la fundación del Estado de Israel en 1948 fue el día más importante en la historia desde la ascensión de Jesús al cielo y “la prueba de que el retorno de Jesucristo está próximo. … Sin un Estado de Israel en Tierra Santa, no podría haber un retorno de Jesucristo, ni día del Juicio Final, ni fin del mundo”.

Hay que recordar que el sionismo –que quiso transformar al humilde judío de la diáspora en su contrario- tomó prestado las imágenes y las metas no solamente del antisemitismo laico sino también del pensamiento cristiano. Noah Efron, colega israelí cuyo libro Real Jews (Verdaderos judios) explica muy bien las múltiples tensiones que existen entre los judíos piadosos y la mayoría atea en Israel, cita a un pensador sionista que declara abiertamente que “el judío debe negar su judaísmo a fin de que pueda ser redimido” el el marco del proyecto sionista. El apoyo masivo que ofrecen al Estado de Israel millones de partidarios cristianos del sionismo esta abiertamente motivado por esta esperanza: el retorno de los judíos a Tierra Santa servirá de preludio a su adhesión a Cristo o, para quienes no lo hagan, a su destrucción física

Sin embargo, los colonos sionistas que se benefician de la ayuda de los sionistas cristianos tienden a hacer oídos sordos del discurso apocalíptico cristiano que afirma abiertamente que el Estado de Israel “es más importante para los cristianos que para los judíos”. Los sionistas evangélicos juegan un rol cada vez más importante en el apoyo financiero y político de Israel, y el drama actual en torno de la promesa de Sharon de evacuar Gaza sirve para consolidar este apoyo.

Impensable, la evacuacion de la Cisjordania

Las protestas de los colonos sionistas persiguen también otro objetivo: demostrar hasta qué punto sería impensable el retiro de los territorios ocupados de Cisjordania. La evacuación de casi medio millón de colonos de Cisjordania plantea sin duda retos de envergadura a cualquier gobierno israelí, y la resistencia a la idea misma de un retiro es feroz de la parte de la menoria nacionalista.

Sharon ha repetido que la guerra que provocó la declaración unilateral del Estado de Israel en 1948 no ha terminado, por lo que la conquista de los territorios tampoco. Su consejero personal Dov Weissglass declaró hace algunos meses en el periódico Haaretz a propósito del plan de evacuación de Gaza: “La evacuación es el formol que se necesita para que no haya un proceso político con los palestinos” y aún más: “Es Judea-Samaria [Cisjordania], y no Gaza, la zona que hoy reviste interés nacional”. La promesa de evacuar Gaza serviria a los objetivos de largo plazo de mantener la occupacion de la mayor parte de los territorios palestinos.

Los colonos sionistas están más motivados, más organizados y, con la ayuda de los sionistas evangélicos, mejor financiados que la mayoria de los israelis que se opone a la ocupación. Esta oposicion se manifista sobre todo en el seno de la clase media, aburguesada y atomizada, y cuyo peso cualitativo no es muy relevante en la política israelí. Éstos últimos no están unidos por ningún programa político común, a no ser su deseo de vivir en paz. El espectro de una guerra civil que flota en las protestas de los colonos podría callar a una parte importante de quienes se oponen a la ocupación.

Hay otro aspecto que causa temor: la posible rebeldía de un sector del ejército ante un nuevo llamado que acaba de ser dirigido a los reservistas, de que no se presenten en sus unidades. Los militantes de una asociación fundada por el hermano de la ministra israelí de Educación, distribuyeron en los últimos días de marzo volantes en los cuales se decía que los soldados, en el marco de su periodo de reserva, podrían ser afectados para participar en el desmantelamiento de las colonias sionistas. Recordemos que, por otro lado, cientos de soldados se han negado a servir en las fuerzas de ocupación en Cisjordania y Gaza.

El drama que ha desatado la promesa de Sharon de evacuar Gaza podría significar que la solución política de dos Estados –Israel y Palestina– seguirá siendo una promesa aún más ilusoria. Los colonos nacionalistas– una menoria de los israelis – sigue imponiendo su programa a la mayoria que queda mas pasiva y desunida.

*El autor es historiador, yakov.rabkin@umontreal.ca